Curación de adicciones y hábitos

Cambia tus pensamientos, cambia tu vida.
-Wayne Dyer

Creo que la clave para un cambio duradero en cualquier área de la vida está en cambiar a un nivel de raíz / núcleo, lo que significa ser capaz de pensar y creer algo diferente acerca de nosotros mismos, a fin de que nuestros hábitos y comportamientos sigan el ejemplo. Esta teoría está respaldada por muchos de los estudios e investigaciones realizados por profesionales como el Dr. Bruce Lipton, el Dr. Joe Dispenza y Gregg Braden.

Cuando repetimos un comportamiento una y otra vez, lo que está sucediendo en nuestro cerebro es que se está formando y fortaleciendo una nueva conexión neuronal. La razón por la que nuestro cerebro hace esto es para facilitarnos la vida, para que podamos hacer que la mayoría de las cosas que hacemos sean “automáticas” y no requieran pensamiento consciente o esfuerzo. Piense, por ejemplo, en conducir un vehículo. La primera vez que aprendió a conducir, fue incómodo y quizá angustioso. Pero si eres un conductor experimentado, puede que alguna vez hayas conducido hasta algún lugar y, al llegar, te hayas preguntado cómo has llegado hasta allí porque tu mente estuvo divagando durante todo el viaje. Tu cuerpo hizo la mayor parte del trabajo por ti sin que pensaras. Esta es la base sobre la que opera la mente subconsciente.

En las adicciones y los comportamientos insanos, tenemos cosas que hacemos o sustancias que consumimos de forma habitual, que dan una recompensa a la parte de nuestro cerebro que experimenta felicidad o satisfacción. Hacemos esto una y otra vez y nuestro cuerpo se vuelve adicto a la sustancia consumida y a las reacciones químicas que se producen al mismo tiempo en nuestro cerebro.

Con el tiempo, nuestra identidad se convierte en “alguien que fuma”, por ejemplo: ______: “Soy un fumador” “Soy un alcohólico” “Soy un (inserte cualquier hábito)” y esta creencia también se arraiga a través de neurovías en el cerebro, que refuerzan lo que somos, para nosotros mismos. Es un ciclo entre nuestra creencia sobre quiénes somos y el hábito físico que constituye la adicción.

En términos sencillos, la psilocibina entra en escena como una especie de “interruptor” que interrumpe este ciclo de actividad en el cerebro. Tranquiliza la “mente ocupada/monótona” y nos hace hacer una pausa, plantearnos preguntas sobre por qué hacemos las cosas que hacemos, mirarnos a nosotros mismos y a nuestros comportamientos desde una nueva perspectiva para decidir si deseamos seguir haciendo el comportamiento o no. A través de la integración, nos inspira a hacernos preguntas profundas sobre el razonamiento que hay detrás de nuestras acciones y comportamientos, y a ser honestos con nosotros mismos.

Muchas veces las personas descubren que recurren a sustancias y hábitos porque están enmascarando las emociones incómodas de una experiencia de vida traumática o una condición que aún no ha sido sanada y liberada. La psilocibina nos da la oportunidad de enfrentarnos suavemente a aquello de lo que hemos estado huyendo y enmascarando, de una forma que no nos juzga, sino que es amorosa y comprensiva. Lo que digo es que nos da un punto de vista de “Observador” de nuestras vidas para que podamos ver desde fuera hacia dentro, y tomar nuevas decisiones basadas en los resultados futuros que, en última instancia, nos gustaría experimentar.

Cuando somos adictos a algo nocivo, por ejemplo el tabaco o el azúcar, sabemos conscientemente que no es bueno para nosotros. Puede que incluso tengamos problemas respiratorios, dentales, de salud, etc. Sin embargo, una parte de nosotros siente que “necesita” la sustancia para funcionar en su vida. Para hacer frente al estrés, para encontrar la felicidad y la plenitud. En ese momento, somos incapaces de vernos a nosotros mismos funcionando y viviendo sin la nicotina o el azúcar en nuestro día a día y, por lo tanto, cuando intentamos dejarlo, lo pasamos mal porque no sólo esas conexiones neuronales son fuertes y sólidas en nuestro cerebro, sino que también lo son las emociones que apoyan nuestro comportamiento al que nos hemos vuelto adictos.

La psilocibina, al interrumpir estos patrones de pensamiento, sentimiento y conciencia, nos devuelve el poder de elegir y cambiar. La gente ha informado que después de microdosificar durante algún tiempo, o después de tomar una única macrodosis, simplemente sintió que “ya no necesitaba fumar” o “me pregunté por qué fumaba, y ya no tenía esa NECESIDAD de fumar, simplemente había desaparecido”.

Recomiendo altamente la Hipnosis y la reprogramacion del subconsciente si estas buscando romper una adiccion ya que estas modalidades pueden estimular un cambio rapido dentro de la mente y el nivel de identidad de la conciencia que se necesita para crear nuevos comportamientos. Hay un montón de técnicas de autohipnosis en YouTube y disponibles para su compra, así como los profesionales y entrenadores disponibles para ayudarle en su viaje. Yo personalmente tengo una red de terapeutas que te acompanan en todo tu proceso en torno al trabajo de Identidad y Re-Programación Subconsciente, puedes sentirte libre de ponerte en contacto conmigo para aprender más en IG o Facebook si te sientes inspirado para hacerlo.

A continuación hay algunos artículos informativos y vídeos sobre el tema del cambio de creencias, la psilocibina y las adicciones:
Cómo cruzar el río del cambio con el Dr. Joe Dispenza
Cómo reprogramar tu mente con el Dr. Bruce Lipton

¿Puede la psilocibina ayudarte a dejar de fumar?

Al hacer regeneracion neuronal y ayudar a estabilizar serotonina del cerebro la ansiedad y depresion bajan por lo tanto la necesidad de consumir sustancias baja y las adicciones se van disolviendo…este metodo de microdosis aunado a la psicoterapia son excelentes herramientas para dejar de fumar y adicciones en general.